LA PÉRDIDA DEL OLFATO Y EL SARS-CoV-2

Aunque la COVID19 tiene un fuerte impacto en los sentidos del olfato y el gusto, la pérdida parcial (o total) de estos tiene un buen pronóstico en la mayoría de los casos.

¿Qué relación guardan la hiposmia y la anosmia con el SARS-CoV-2 (COVID19)?

La pérdida de olfato puede ser uno de los síntomas predictivos de la infección por SARS-CoV-2. Este virus presenta ciertas particularidades en relación a la pérdida olfativa: por un lado, desencadena inflamaciones en la zona nasal y, por otro, es capaz de unirse a las células receptoras del olfato, provocando su inactivación y un daño en el nervio olfatorio. Por ello, se recomienda que todo paciente con alteración súbita del olfato consulte con su médico sobre las medidas a tomar.

¿Qué tipo de pacientes COVID19 son más propensos a padecer una alteración del olfato?

La evidencia actual nos dice que todo paciente infectado por coronavirus es susceptible de padecer alteraciones del olfato. Cuanto más grave sea el cuadro clínico derivado de dicha infección y cuantos más síntomas (como tos, fiebre, obstrucción nasal, etc.) presente, mayor será la tasa de afectación. Asimismo, aquellos pacientes que ya tuviesen alguna patología nasal (como rinitis o sinusitis) y/o alteración previa del olfato, son más propensos a padecer dicho problema.

¿Es recuperable el olfato perdido?

Sí. El SARS-CoV-2 tiene un fuerte impacto en el sentido del olfato, con un buen pronóstico en la mayoría de lo casos. Estudios recientes demuestran que más del 90% de los pacientes con SARS-CoV-2 recuperan espontáneamente el olfato en el primer mes. La valoración temprana por un especialista en Otorrinolaringología es fundamental para descartar otras posibles causas e iniciar un tratamiento individualizado con la mayor brevedad posible.