Una de las peculiaridades del coronavirus es su capacidad para dañar el nervio del olfato. Si sospechas de que algo no va bien en tu sentido del olfato consulta con tu otorrinolaringólogo.
Para conocer más detalles sobre la pérdida del olfato y el SARS-COV-2 puedes leer este texto aquí.
1. Cuida tu alimentación
Una alimentación adecuada y rica en vitamina del grupo B (frutas y verduras) y, especialmente, la vitamina B12 (que se encuentra en pescados, mariscos, carne, lácteos o huevos) ayuda a la regeneración nerviosa. En caso de ser vegano, sería aconsejable añadir un complemento vitamínico rico en B12 a esa dieta.
2. Entrena tu olfato
Está demostrado que los ejercicios de entrenamiento del olfato son efectivos. Podemos enseñar a nuestro cerebro a identificar y sentir de nuevo un olor perdido. Lo mejor es iniciar el proceso con olores cotidianos. Es importante asociar a este ejercicio más sentidos como la vista y el tacto, así activaremos más vías neurológicas que reforzarán el mensaje.
Un ejemplo sencillo de entrenamiento para hacer, mínimo, 4 o 5 veces al día sería el siguiente: oler una taza de café o un limón. Es muy importante hacerlo de forma relajada y en un ambiente tranquilo para poder ‘despertar’ ese olor.
3. Lava frecuentemente los conductos nasales
La congestión nasal y la mucosidad van a jugar en nuestra contra. Es importante mantener las fosas nasales limpias y despejadas para que los olores alcancen la zona superior donde se encuentran los receptores del olfato. Podemos hacerlo con sprays de agua de mar y/o suero fisiológico. Antes de aplicarse un spray es conveniente consultar y dejarse aconsejar por tu otorrinolaringólogo de cabecera ya que no todos los sprays valen para todas las fosas nasales.
4. Estimula el gusto
Podemos hacerlo estimulando las papilas gustativas de nuestra lengua específicas de cada gusto. Así, podemos aplicar un poco de azúcar en la punta de la lengua para estimular el dulce. El salado lo detectamos en los laterales de la lengua donde podremos aplicar una pequeña cantidad de sal. El ácido y el amargo los detectamos en la parte posterior y podemos estimularlos con cítricos y pomelo, respectivamente.
5. Se paciente y mantén la calma
La recuperación del olfato es progresiva y continúa incluso años después del daño en los nervios. Cada caso es diferente y hay que evitar compararse con lo experimentado por otras personas. Durante la recuperación puedes sentir olores desagradables o que no son reales (a estos se les conoce como fantosmias) y que forman parte del proceso de recuperación. No hay que preocuparse: los fantosmias desparecerán a medida que el olfato recupere su actividad normal.